Otra época para amar
El tiempo, es una triste melancolía,
que el hombre inventa en su mente
y como la mente es comedia divina,
al final termina indiferente
soñando que pasa la vida,
para unos tan de repente
y para otros pasa indecisa,
porque pasa y pasa… ¡simplemente!
Y simplemente la Navidad regresa,
como una triste ideología
de ver al hombre como crece,
más sin saber que solo la vida
es la musa que merece,
encontrase a veces perdida
esperando que sin más regrese.
Y simplemente la Navidad regresa,
en los ojos de un niño que mira
como quien les precede,
siguen posando la mirra
bajo el techo pobre de un pesebre.
Y simplemente se hace la noche,
cuajada de estrellas prohibidas
pero ninguna me parece,
que la que menos ilumina
es la que más concede,
los tres deseos en la vida.
Porque simplemente la Navidad
nos pone dulce el alma y la piña,
la una por que parece
ser manantial que rima,
en los lienzos permanentes
donde se dibuja la risa.
La otra porque es solo fruto
y el azúcar que respira,
ya no le pertenece
ni a la savia, ni a la espiga.
Es Navidad ¡Lo es!
A pesar de la melancolía,
aunque la noche del revés,
sea callejón con salida.
Es Navidad ¡Lo es!
A pesar de las estrellas, (La mirra)
pues solo se posan los pies
una sola vez en la vida.
Lo demás no se si es,
como una eterna sonrisa
que no te deja crecer,
ni deja escarparse la dicha.
Es Navidad ¡Lo es!
¡Venga el beso y la rima!
que siempre es tiempo de volver
tan solo una vez, ¡alma mía!
Aunque al besarte sientas después…
una cierta, melancolía.
que el hombre inventa en su mente
y como la mente es comedia divina,
al final termina indiferente
soñando que pasa la vida,
para unos tan de repente
y para otros pasa indecisa,
porque pasa y pasa… ¡simplemente!
Y simplemente la Navidad regresa,
como una triste ideología
de ver al hombre como crece,
más sin saber que solo la vida
es la musa que merece,
encontrase a veces perdida
esperando que sin más regrese.
Y simplemente la Navidad regresa,
en los ojos de un niño que mira
como quien les precede,
siguen posando la mirra
bajo el techo pobre de un pesebre.
Y simplemente se hace la noche,
cuajada de estrellas prohibidas
pero ninguna me parece,
que la que menos ilumina
es la que más concede,
los tres deseos en la vida.
Porque simplemente la Navidad
nos pone dulce el alma y la piña,
la una por que parece
ser manantial que rima,
en los lienzos permanentes
donde se dibuja la risa.
La otra porque es solo fruto
y el azúcar que respira,
ya no le pertenece
ni a la savia, ni a la espiga.
Es Navidad ¡Lo es!
A pesar de la melancolía,
aunque la noche del revés,
sea callejón con salida.
Es Navidad ¡Lo es!
A pesar de las estrellas, (La mirra)
pues solo se posan los pies
una sola vez en la vida.
Lo demás no se si es,
como una eterna sonrisa
que no te deja crecer,
ni deja escarparse la dicha.
Es Navidad ¡Lo es!
¡Venga el beso y la rima!
que siempre es tiempo de volver
tan solo una vez, ¡alma mía!
Aunque al besarte sientas después…
una cierta, melancolía.
José Manuel Rodríguez Viedma
Feliz Navidad
(sueño)